CONÓCENOS (TOMA IV)

Una de las premisas que debería fomentarse, incentivarse e incluso protegerse desde cualquier perspectiva profesional es, sin duda, la formación continuada. Máxime, si tenemos en cuenta el altísimo grado de tecnificación y la constante evolucion de muchos de los aspectos que envuelven el cuidado de nuestros pacientes. En este sentido estamos tremendamente orgullosas de Lidia, que es un ejemplo vivo de que nuestra profesión nos exige permanecer en constante formación, evolución, adaptación y actualización de conocimientos. De gente como ella es de la que debe depender el futuro plan formativo del Colegio. Y confiamos en que estará muy a la altura de las expectativas.

Si hay algo que requiera especial control, muy al contrario de lo que hemos sufrido hasta ahora, es la gestión económica del Colegio. El dinero de las Enfermeras puesto al servicio de las Enfermeras. Cada céntimo que entre o salga de NUESTRO Colegio tiene que estar debidamente presupuestado, aprobado por la Asamblea y debidamente justificado. Sin excepciones. Para ello, contamos con la experiencia de Antonio y su férrea (llegando a lo enfermizo) defensa de la transparencia. Como Él siempre dice, hacer lo correcto no es opcional. Y lo correcto es que las Colegiadas sepan en cada momento a qué se destinan sus obligatorias (no conviene olvidarlo) aportaciones económicas.

Y, de nuevo, cerramos la entrada con otra joya de la corona. Una Enfermera con mayúsculas que no sólo se ha dedicado a formarse y trabajar, sino que ha encontrado tiempo para llevar nuestra profesión allá donde haga falta, en los numerosos proyectos de cooperación en los que ha participado.
A no mucho tardar, tendremos el orgullo de tener de otra Doctora en Enfermería en Asturias, y podremos disponer de todos sus conocimientos y experiencia dentro de nuestro Colegio.
Susana es un ejemplo a seguir para todos los profesionales que cada año se incorporen a nuestra institución y comiencen su carrera profesional en Asturias. No debemos, ni podemos desaprovecharlo.