lunes, 16 de enero de 2017

La leyenda urbana hecha realidad.

Hace ya años que corre por los "mentideros" enfermeros la leyenda urbana que, en cierto modo, explica las enormes dificultades que experimentamos las enfermeras para acceder a nuestros colegios profesionales; y que explica cómo es posible que mandos colegiales se perpetúen en sus cargos durante décadas sin que nadie pueda hacer nada.

Cuenta la leyenda que, de vez en cuando, se produce algún movimiento y hay grupos de enfermeras despistadas en las que brota la idea de que pueden tener derecho a controlar, gestionar y dirigir su colegio, o simplemente, a pedir explicaciones a quienes tienen el deber de darlas.
En esas contadas ocasiones, y todo según la leyenda, las fuerzas vivas que dirigen tales organizaciones utilizan una red secreta (sí, una especie de red social oculta, anterior a facebook, twitter,...), y tiran de amigotes, amiguitos, y chicos malotes para remover las bases de datos, listas y censos colegiales.
Así, semanas antes de unas elecciones colegiales, o de asambleas importantes en las que se vayan a tomar decisiones sensibles, el censo colegial tiene la misteriosa capacidad de aumentar su número.
Aquí las versiones de la leyenda cambian según los lugares en que se oye; gracias a jubilados, liberados sindicales, cargos colegiales, simples colegiados...de otras provincias. Algunas versiones llegan a decir (nosotros no lo creemos) que se llegan a colegiar enfermeras fallecidas...

Imagen de la web de SATSE

Y eso pensábamos nosotros, que eran leyendas urbanas...
Sí es cierto que existe una corriente creciente, pese a nuestros intentos de informar en los últimos tiempos, de enfermeras que pretendiendo minimizar en lo posible el "impuesto", buscan los colegios que les dan más facilidades como el de Madrid (CODEM), que cobra cuotas más baratas (suponemos que a costa de no pagar luego al Consejo General de Enfermería). Aunque después de la última asamblea general las cosas también cambiarán en ese sentido. Ah! Es verdad, la asamblea General del CODEM...

Bueno, pues en nuestra torpeza, hemos descubierto una práctica muy habitual que es que titulados que no tienen la obligación de colegiarse, porque no ejercen asistencialmente, se colegian. Algunas, de hecho, en varios colegios profesionales a la vez, no solo en la provincia en la que NO ejercen, ¡sino en otra en la que ni siquiera  residen!.

O sea, el mundo al revés, las enfermeras obligadas a colegiarse buscando el sitio más barato o buscando como evitar la colegiación, y quienes no tienen obligación, peleándose por colegiarse de provincia en provincia y gastándose una pasta en ir a las asambleas....

Y esto me recuerda la última e infame asamblea ordinaria de colegiados del CODEM. Sí, ahí perdimos nuestra candidez e ingenuidad al descubrir que, efectivamente, la leyenda urbana es en realidad una práctica muy real. Así se perpetró la infamia, de la manera más indecente, delante de la cúpula mayor de la enfermería española que estaba encantada de que el CODEM, por fin, volviera al redil, fuera como fuera.

De confirmarse (que no se ha desmentido) esta noticia, de la que se han hecho eco ya la prensa y los  medios, por lo espectacular y esperpéntico; lo mínimo sería esperar un poco de dignidad de los dirigentes de las diferentes organizaciones  que manejan el cotarro, y que se depurasen responsabilidades, además de declararse nula esta asamblea, así como los resultados de las votaciones llevadas a cabo.


No hay cosa más fácil que echarle la culpa a los demás. Tan sencillo como fútil.

Sirve para descargar un sentimiento de frustración y una sensación de malestar que le trasladamos a los otros. Pero tiene un inconveniente; si la culpa de un problema es de los demás, la solución deja de estar en nuestra manos. Quedamos a la deriva en un limbo del que solo un golpe de suerte nos rescatará. Esta forma de pensar sirve para ciertas cosas, como pequeños o lejanos problemas que apenas tienen repercusión en uno mismo. Pero la vida suele ser más compleja de lo que el pensamiento ingenuo del echarle la culpa al resto puede permitirse.

Esto es evidente en el caso de los sindicalistas que presuntamente se han colegiado en el CODEM, por motivos e intereses que saltan a la vista y que, desde luego, no coinciden con los de las miles de enfermeras madrileñas ni de aquellas provincias de donde han abandonado a sus afiliados. Ya hemos dicho hace mucho tiempo la diferencia entre Colegio y Sindicato, aunque en Madrid parece que están intentando darle una vuelta más a esa tortilla.

En seguida se han alzado voces  que con enorme acierto han denunciado estas prácticas, inmorales y tal vez ilegales. Ahora bien, pretender pensar que el CODEM, o cualquier institución a la que pertenecen miles y miles de profesionales, ha sido secuestrada por unas decenas o apenas 200 sindicalistas y palmeros afines a la presunta "corrupción" del sistema es demasiado ingenuo y alejado de la realidad.

Obviamente, no significa que no haya cientos de aprovechados de la ¿buena fe? de las casi 50.000 enfermeras madrileñas, o las miles de colegiadas del colegio que sea. Ya vemos que hay abundantes noticias de las irregularidades y presuntos delitos que se cometen en los colegios de enfermería. Para muestra y punta de lanza, el de Asturias.

Sin embargo, es fundamental reconocer que esas maniobras serían imposibles si las enfermeras ejerciesen sus derechos y acudiesen a las Asambleas y Juntas Generales de sus colegios profesionales. Si fuesen a pedir explicaciones, a votar en contra de aquellos puntos que no tengan claros o que no comprendan. Si dejasen de permitir que mancillen sus derechos y las tomen por lerdas.
Cabe recordar, que en esta Junta General madrileña se decidió, no solo el reparto oscuro de 9 millones de Euros, sino también la posibilidad de ejercer el derecho de colegiada en asamblea. Ahora las enfermeras madrileñas se rigen por compromisarios, con enorme regocijo de los sindicalistas del #SATSEcuestro.



Pretender excusar el secuestro de un colegio a manos de unos jetas por el abuso de confianza y la inmoralidad de éstos, en vez de por la dejadez del 99,94% de los colegiados que nunca han acudido a ejercer su derecho a la gestión de la institución a la que obligatoriamente pertenecen... es tan fácil como absurdo.
Tanto o más que pagar cuotas del SATSE a la vez que las del CODEM ¿A caso no son lo mismo? ¿No hablaban los liberados sindicales de ahorrar en cuotas?.

Mientras las enfermeras no sean conscientes de que buena parte de la culpa de esta situación es suya, nada va a cambiar. Los sindicalistas se irán, vendrán otros caraduras y jetas, algún amiguete o plañideras varias. Pero si el 0.35% de la profesión sigue decidiendo sobre lo que se hace y se gasta, la culpa tiene que ser necesariamente del otro 99.65%. Por evidente, aplastante y ámplia mayoría.

¿Que a las enfermeras madrileñas les han robado la democracia participativa y ahora todo lo deciden x compromisarios en su representación? ¿Alguien cree que les importa lo más mínimo?.

Hay en Madrid, un puñado de valientes, que perseveran en su lucha con estos gigantes, unos pocos que pelean como jabatos por tener un CODEM realmente transparente y decente, pero mientras la mayoría silemciosa no cambie el discurso, los malos seguirán saliéndose con la suya.