domingo, 16 de septiembre de 2018

La inútil pelea con los farmaceuticos... otro punto de vista.





El "debate" si se puede llamar así, o más bien la situación histérica está llegando a su punto álgido, y más pronto que tarde (cuando pase el verano, claro...) la cosa se pondrá más caliente. Se trata además de un tema, el de la atención farmaceutica o farmacia comunitaria, con componentes suficientemente variados y diversidad de interlocutores para que se articule un debate complejo  no solo alrededor de lo que podrían ser las competencias de unos u otros profesionales sino más allá, del sistema sociosanitario que queremos articular en nuestro país y nuestras comunidades en el futuro.

Por supuesto, nosotras somos enfermeras, y nos gustaría hablar de este sistema sociosanitario del futuro y del papel que la enfermera debería tener en él. Pero no se trata ahora de cargar contra las organizaciones y empresas de farmacia comunitaria, para dirimir si están haciendo intrusismo por tomar la tensión o valorar el riesgo cardiovascular de un paciente (Ellos, la máquina de monedas, el mancebo de turno o el nuevo i-wacht 4). Antes de nada es preciso un debate sereno y con conocimiento de causa para poder ir elaborando una posición clara y bien fundamentada.


Ancianos y personas dependientes que necesitan cuidados más allá de las pastillas o la TA
Existen varios ejemplos de noticias y opiniones y aunque las redes echan humo, humo es, son redes y ni argumentos ni explicaciones van más allá de un puñado de caracteres que no arrojan mucha luz al tema y sí muchos intereses velados y mucha bilis. Por eso es de agradecer que ya de mano una persona como Juan F. Hernández-Yañez se haya parado a analizar la situación con exquisita precisión y capacidad de análisis. Así que le recomendamos encarecidamente conseguir este documento o al menos el resumen ejecutivo que el propio autor ha tenido a bien hacer público.

Como ya hemos dicho desde el principio, es un tema lo suficientemente complejo como para que no podamos posicionarnos a la ligera, amén de la irresponsable y mal calculada posición que ha tenido el propio Consejo general de Enfermería y su compañero en la mesa de dos patas. Como nos tienen acostumbrados (En la batalla de la prescripción) empiezan una guerra abierta de la que será difícil salir bien parados, cuando en principio se tiene todo a favor, incluso la posición de la organización médica colegial. Pero no, nuestro estilo es el de los broncas, y hacer cosas raras para encabronar a nuestros interlocutores que por lo general suelen funcionar mejor como lobbies y tienen más influencia y poder.

En general podríamos esgrimir argumentos diversos en contra de este "modelo" (Si se puede realmente llamar modelo) que proponen desde las oficinas de farmacia o mejor dicho desde SEFAC (Por cierto solo hay que asomarse a su web para ver el potencial económico detrás de esta asociación), sin embargo la idea ya está instalada en nuestra realidad sociosanitaria de forma sibilina, en forma de actuaciones locales  y sin que haya mediado ninguna normativa al respecto.

Bajo nuestro puento de vista la contestación a este modelo, (nos hubiera gustado poder tener acceso al documento "confidencial" que la propia SEFAC con otras sociedades médicas ha editado), puede y debe hacerse desde diversos ángulos y aunque somos enfermeras, el prisma competencial y del "intrusismo" creeemos que es el de menor peso e importancia. (¿Pesaría igual si las oficinas de farmacia contratasen enfermeras para realizar determinadas actividades?) No se trata pues de una batalla entre profesionales (Farmaceuticos vs enfermeras), que por cierto trabajamos a diario en hospitales y atención primaria sin mayores conflictos, también en consejos de salud y otros órganos de participación sociosanitaria. En este caso las razones de fondo parece que quieren ocultarse bajo la pataleta del consejo general de enfermería (Que brinda una estupenda cortina de humo), cuando en todo este sarao nos tememos que las enfermeras no pintamos nada...como siempre.

Una enfermera en casa o la residencia ¿Solo para controlar la TA o la medicación?
Creemos necesario centrarse alrededor del modelo, alrededor de las necesidades reales de los pacientes, y de las soluciones para ellos, para la sostenibilidad del sistema y por qué no para la "moral" del sistema. Así si es cierto que el sistema no funciona, si es cierto que no cumple con determinados criterios, será necesario revisar el modelo (ojo no solo el sanitario sino el socio-sanitario que ha ido creciendo de forma brutal en las últimas décadas sin un esquema definido) y ajustarlo en los términos necesarios atendiendo a medidas éticas, contrastadas científicamente y costo-efectivas.

Por otro lado creemos necesario aclarar algunos términos ambiguos, o que a nosotros nos rascan, el principal es que no estamos hablando de farmacéuticos sino de oficinas de farmacia, es importante ver las diferencias puesto que unos son los profesionales y lo otro es el negocio, empresa o empresario que incorpora en plantilla diferentes profesionales o trabajadores: farmacéuticos, auxiliares de farmacia, enfermeras, médicos, dietistas... y como empresa puede prestar servicios y de hecho lo hace, más allá de la venta de medicamentos y productos sanitarios en oficina. Estamos hablando además de establecimientos  privados pero no en régimen de libre competencia sino con un sistema de licencias que se pueden comprar y vender.

También es necesario comentar, que en el sistema sanitario público trabajan farmacéuticos, no solo en las farmacias de los hospitales, también en los servicios de atención primaria y comunitaria, con una tarea ingente y muy importante. Estos farmacéuticos que trabajan en salud pública tienen una formación específica para la tarea que realizan. A día de hoy desconocemos si es insuficiente la plantilla de farmacéuticos especialistas de la que dispone nuestro sistema o si un aumento de la misma derivaría en beneficios para la comunidad, evidentemente si es eso lo  que hay que retocar retoquémoslo, pero siempre atendiendo a criterios de necesidades de los ciudadanos.

La atención sociosanitaria, más allá que los tratamientos médicos y su control.

La clave, el sistema socio-sanitario.

En cualquier caso queremos centrarnos en algo que hemos dejado caer anteriormente y es el actual sistema sociosanitario. Si es verdad que el sistema sanitario está muy estructurado, incluso con las evidentes diferencias de prestaciones y organización entre comunidades, es importante resaltar que el sistema sociosanitario ha crecido de forma desestructurada, es un sistema en el que se mezclan la prestación pública y la privada por la alta demanda y la falta de un modelo concreto de prestación, financiación y organización.

En este sentido, el sistema sociosanitario está desbordado, no solo en el ámbito estructural de las prestaciones, de su financiación, de su crecimiento, de las evaluaciones de dependencia, de los requisitos para ejercer como prestador/gestor de cuidados... sino en el mismo concepto socio-sanitario que se ha quedado en socio-¿? de forma que como no nos hemos parado a pensar en el sistema, como ha crecido sin control, sin dirección, sin planificación... se ha quedado cojo, al menos en lo que de sanitario tiene, y no podemos negar que en concepto de cuidado de la salud tiene (O debería tener) en este ámbito un peso muy grande sin desmerecer el social por supuesto.


Pero ¿qué ha pasado? Que el sistema ha crecido, y hemos intentado cubrir la parte social, asumiento que la parte sanitaria la cubre el "otro" sistema. Por eso, los prestadores (Da igual si son empresas privadas, ayuntamientos, empresas públicas, servicios sociales,...) dan por hecho que la parte del cuidado de la salud la cubre el sistema sanitario, sin ser conscientes de que la presencia de profesionales en el cuidado de la salud es fundamental para las personas dependientes.

Así venimos observando que los prestadores empiezan a prescindir de enfermeras, a prescindir de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, sustituyéndolos por otras titulaciones más "sociales" que ya existen en los institutos de formación profesional y que legalmente son las que deberán trabajar en residencias y servicios sociosanitarios... Ni que decir tiene que hablar de especialistas en gerontología o geriatría es ciencia ficción... En esa misma línea los servicios de ayuda a domicilio que generalmente gestionan administraciones locales directa o indirectamente no requieren titulaciones específicas ni conocimientos mínimamente profesionales, por lo que el cuidado de la salud  de las personas atendidas sigue en "barbecho", teniendo en cuenta que la atención comunitaria (sí, la de enfermería también...) en el sistema sanitario aún sigue siendo muy a demanda...


Hábilmente esta situación la han detectado las oficinas de farmacia ya que disponen de mucha información al respecto, recursos y organización, sobre todo en pacientes crónicos polimedicados y han valorado el vacío que existe en el sistema y que efectivamente es necesario rellenar, pero ojo!, no solo en el control de la medicación y de los cuidados de enfermos crónicos, sino en la evidente falta de evaluación de autocuidado en cuestiones como la higiene, la alimentación, el ejercicio, movilidad, descanso, relaciones, salud mental, integridad de la piel, alfabetización en salud,... Sí, ya sabemos que os suena que hay unos profesionales que se dedican a esos menesteres...

Más allá de arreglarse con todas esas pastillas
En definitiva, lo que queremos decir es que el sistema se ha convertido en un monstruo sin control, como en tantas otras cosas las enfermeras nos hemos ido desentendiendo de nuestras competencias y responsabilidad social como colectivo, a remolque de unos organismos corporativos que no buscan el desarrollo y reconocimiento de la profesión y la salud de la población, sino vaya usted a saber...

Podemos pintar a los farmaceuticos muy feos, tendrán sus intereses, por supuesto, pero no podemos culparlos de ocupar un campo que abandonamos, que es nuestro y que debemos recuperar, con el hándicap de siempre, poca influencia, pocos recursos y poco poder a nivel de toma de decisiones a alto nivel, desencanto,... frente a esto de poco vale una guerra en la que poco tenemos que ganar.

Porpongamos estructurar el modelo, creemos y mantengamos un DISCURSO, contribuyamos a crear un sistema mejor, no a parchear el actual.

Hay un horizonte sociosanitario hacia donde dirigirse.

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