La "asambela" y el cuento de la buena pipa

Parece que, como es costumbre en el CODEPA, este año tampoco vamos a tener una asamblea normal. De hecho nos tememos que, como las elecciones, no se va a celebrar.

Ya no les basta con convocarla en las peores fechas posibles, a hurtadillas, cambiar la convocatoria y la sede unos días antes, poner cámaras de vigilancia apuntando a los asistentes y agentes de seguridad en la puerta, exigir una kafkiana acreditación en un plazo casi imposible de cumplir.

Ahora, directamente, se intentarán ahorrar el mal trago de ver como los colegiados votan en contra de su gestión, sus incoherentes presupuestos, sus absurdas propuestas; y les ponen en apuros preguntando por cuestiones incómodas, como la apropiación indebida de las cuotas colegiales, la falsedad documental en el último "simulacro" electoral, el gasto real del CODEPA y la ejecución de los prorrogados presupuesto, los gastos en asesores varios, los contratos con empresas y colaboradores allegados a la Junta de Gobierno... y sobre todo, el no tener que escuchar el clamor de los asistentes exigiendo el fulminante desalojo de la Junta de Gobierno y la convocatoria inmediata de elecciones; pero de las de verdad.

Vayamos por partes:

Los estatutos del CODEPA, en su artículo 15 indican claramente que "La Junta General es el órgano soberano de gobierno del Colegio y se reunirá con carácter ordinario una vez dentro de cada año natural correspondiente, donde se aprobarán los presupuestos de gastos e ingresos, balance de cuentas y aportaciones a los distintos organismos que en cada caso proceda, y así mismo se informará a los colegiados de la gestión realizada".

De lo cual se deduce que:

La Asamblea de Colegiados es el único ÓRGANO SOBERANO del CODEPA.
Para aclarar el significado del término soberano, ya que parece que Emilio&co. no lo tienen del todo nítido, la RAE lo define como aquel "Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente".
Todos conocemos el concepto "particular" que del Colegio tienen Emilio y sus palmeros. La soberanía de la Junta General no figura entre sus conceptos preferidos. Es más, la pisotean constantemente, incluso saltándose los estatutos y normas más elementales.
Sobran ejemplos donde se toman decisiones, no ya sin contar con la aprobación de los colegiados, sino a espaldas de ellos.

Aquí algunos de ellos:

-Decisión unilateral de subvencionar con 300 euros la asistencia al congreso del CGE-CIE.
-Decisión unilateral de publicar anuncios en los principales periódicos regionales en vez de usar el correo electrónico, postal o la carísima revista Impulso.
-Decisión unilateral de contratar asesores y colaboradores varios, a precio de escándalo.
-Decisión unilateral de cerrar las sedes de Gijón y Avilés.
-Decisión unilateral de despedir a varios empleados del CODEPA.
-y un largo etc. que haría eterna esta entrada.

La Asamblea de Colegiados habrá de celebrarse obligatoriamente al menos una vez al año. Lógico, pues de lo contrario los colegiados verían privado su derecho de control de la gestión de la institución. Sobre este punto, poco hemos de añadir pues de sobra son conocidas las peripecias habituales de las convocatorias.

La Asamblea de Colegiados es el único órgano con autoridad para aprobar los presupuestos del CODEPA. En cualquier sitio normal, cuando un equipo directivo es incapaz de aprobar los presupuestos que presenta al resto de miembros de una institución, los vuelve a elaborar para someterlos nuevamente a aprobación y si vuelven a ser rechazados, entonces lo coherente es abandonar los cargos y convocar elecciones. Esto resulta, más que improbable, completamente imposible mientras Emilio Losa, Alfonso Román y demás personajes estén al frente del CODEPA. ¿Cómo van a abandonar de motu propio cuando no lo hacen ni con una resolución que les obliga a ello?.

La Asamblea de Colegiados es el único órgano con autoridad para aprobar el balance de cuentas. Este punto es demasiado importante para pasarlo por alto, y la Junta del CODEPA se lo salta todos los años con maniobras más propias de un trilero que de un responsable de un órgano público.

Si se fijan, en las convocatorias de la Junta General de Colegiados del CODEPA viene el "orden del día". A parte de los desvaríos que suele incluir en cuanto a requisitos, horarios, acreditaciones o altisonantes afirmaciones del imputado Presidente, lo único importante en si, es el mencionado "orden del día", que es lo que define los puntos a tratar en la Asamblea, y sobre todo, lo que ha de figurar en el acta de la misma, que no es otra cosa que el documento público donde constan todas las cuestiones abordadas y el resultado de las mismas.

Pues bien, en el orden del día de las Juntas generales del CODEPA no figura el obligatorio punto de Lectura y APROBACION del balance de cuentas del ejercicio. En vez de eso, Emilio&co. lo sustituyen por la simple Lectura del balance de cuentas del ejercicio. Una diferencia sutil pero enorme.
Es algo que hemos denunciado varias veces, incluso en la propia Junta General se lo hemos dicho a la cara, y hemos solicitado en reiteradas ocasiones que se incluya en el orden del día. Nunca lo hacen, desde luego no les interesa que los colegiados rechacen el balance económico de la Junta de Gobierno. Prefieren saltarse la ley y los estatutos antes que llevarse el revés de los colegiados. Esto evidencia la importancia y capacidad de la Junta General en su labor de control de la gestión colegial. Por supuesto, el que saltándose las normas no se someta a aprobación no significa que el balance se apruebe por obra y gracia divina. Antes bien, lo que manifiesta es precisamente que llevan sin aprobarse los balances de cuentas de muchos, muchísimos años. Veremos cómo lo justifican en el juzgado, porque obviamente, tendrán que explicarlo.
La Junta de Gobierno está obligada a informar a la Asamblea de Colegiados de la gestión realizada durante todo el año. Aquí hay que señalar que directamente hacen lo que les da la real gana. A las Juntas de otros años me remito, con actuaciones estelares como la de la Tesorera afirmando que todas las solicitudes por registro de entrada son atendidas y contestadas, con el auditor mordiéndose la lengua o justificando su ausencia por un inoportuno viaje, o con miembros de la Junta de Gobierno faltando al respeto de los asistentes, hablando por el móvil mientras le hacen preguntas o mintiendo descaradamente sobre la convocatoria de elecciones...(Momentáneamente, no tocan. Cuando toquen, se avisará).
Hay otros artículos en los estatutos del CODEPA, que son igualmente interesantes. Son tan importantes como mancillados por Emilio y sus acólitos, pero eso lo trataremos más adelante...